Discípulos de Yeshúa
Somos Salvos por Gracia
A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados. Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
Romanos 5:6–8
Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales.
Efesios 2:4-6
Nosotros guardamos los mandamientos por amor al que nos salvó Yeshúa (Jesús), no para salvación. Porque en la obediencia tenemos bendición a nuestras vidas.
Juan 14:15
Si me amáis, guardad mis mandamientos.
Nacer de Nuevo del agua y del Espíritu
Juan 3:5
Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
1 Pedro 1:22-25
Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.
Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae;
Más la palabra del Señor permanece para siempre. Y ésta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.
2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Cuando hemos recibido una salvación tan grande por gracia, somos llenos del Ruaj, Espíritu Santo y nacemos de nuevo a una vida transformada por su palabra, para ser luz y sal a otros que vengan arrepentidos a Yeshúa (Jesús).
El Reino de Dios
Yeshúa (Jesús), siendo el Mesías prometido, no solo habló sobre el reino. ¡Él mostró su gran poder! Aunque la gente de su época esperaba un rey que los liberara de la opresión de los romanos, el reino del que Yeshúa (Jesús) les hablaba era todavía mejor y de valor eterno. Era uno de salvación y de libertad de la opresión del pecado. En Cristo, tenían la oportunidad de un nuevo comienzo y una vida llena de justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.
Les contó otra parábola: «El reino de los cielos es como un grano de mostaza que un hombre sembró en su campo. Aunque es la más pequeña de todas las semillas, cuando crece es la más grande de las hortalizas y se convierte en árbol, de modo que vienen las aves y anidan en sus ramas».
Mateo 13:31-32
Porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo
Romanos 14:17
El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Colosenses 1:13-14
La Obra del Discípulo
Mateo 28:19-20
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; 20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
1 Pedro 2:9
Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Juan 15:8
En esto es glorificado mi Padre, en que deis mucho fruto, y así probéis que sois mis discípulos.
Mateo 24:14
Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.